Uno de los nuevos platillos que pude probar en mi último viaje a México fue la moronga. Esto no es ni más ni menos que la morcilla en su versión mexicana.
Se sirve en forma de tacos, es decir, sobre una tortilla de maíz, y su sabor es bastante parecido a la que conocemos en Argentina. Creo que la única diferencia radica en los condimentos. Extrañamente, la mexicana me pareció mucho menos condimentada y sin los pedacitos de grasa que tiene la argentina. Por el contrario, traía cebolla y morrón, como se aprecia en la foto.
Este plato lo probé en un puesto callejero de tacos de guisado, en Aguascalientes. El puesto lo pueden encontrar todas las mañanas en la vereda de Plaza Vestir. Tan solo $8 cada taquito.
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