Hice esta visita como parte de un tour que contraté en mi primera visita a México, en enero de 2008. El tour incluía las pirámides de Teotihuacán como atracción principal y culminaba con una visita a la catedral.
En el tour, el guía nos explicó toda la historia. La virgen de Guadalupe se le apareció al indio Diego en un cerro y ahí mismo se construyó el santuario.
La catedral que visitarán es de construcción reciente, más precisamente, de la época en que el papa Juan Pablo II visitó México.
La imagen de la virgen que todos quieren ver, y la que vemos reproducida en tantos lugares, es una pintura de autor presuntamente indígena. Esta pintura se puede ver en la basílica pero para verla hay que pasar caminando, estando prohibido detenerse.
Después de visitar la basílica se puede visitar también la basílica vieja, que es mucho más antigua y de estilo colonial.
Como no podía faltar en estos lugares, está lleno de lugares donde comprar recuerdos y souvenirs.
Cómo llegar a la Basílica de Guadalupe
Para llegar, desde el centro, se pueden tomar cualquier microbus que diga «Basílica» o «La Villa», se pagan con monedas y cuestan alrededor de 5 a 6 pesos.
También se puede llegar en el metro línea 6, estación La villa-Basílica. Esta línea de metro tiene combinación con la línea 3, que pasa por el centro. Si van en esta línea, se bajan en Deportivo 18 de marzo y de ahí tienen una sola estación más hasta la basílica.