De viaje a México

Consejos para viajar con niños

Hace dos meses volví de un viaje de tres semanas a Brasil. Viajé con mi mujer y mis dos hijos; un niño de 5 años y una bebé de 7 meses. En este artículo comparto algunas reflexiones de la experiencia de viajar con niños.

No es la primera vez que viajamos con niños. Con mi hijo mayor habíamos hecho varios viajes ya: a los 7 meses viajamos al Chaco, al año a Miramar y Tandil, al año y medio a Mar del Plata y otra vez a Tandil. Ya sin pañales, a los 2 años, viajamos primero a Colonia, Uruguay, y luego a Perú, pasando varias semanas en Lima, Cuzco y Machu Pichu. Por último, el viaje más largo fue 40 días en México, con 3 años y medio.

El viaje

Sin dudas, el momento más estresante de todas las vacaciones, al menos para mí, es el viaje. Principalmente, si viajen en avión, preparense, porque por más que en algunos sectores le den prioridad a los niños, igual les resultará agotador.

Al viajar en familia, además de los suyos, deberán llevar documentos extra para los niños, como pasaportes y partidas de nacimiento. Preparen todo antes de salir, averigüen la documentación que necesitarán de antemano, llevenla en un lugar de fácil acceso y, sobre todo, fotocopien todos los documentos importantes que no les gustaría perder. Cuando viajamos a Perú llegamos al aeropuerto sin partida de nacimiento ni libreta de casamiento. Para colmo, el pasaporte del niño tenía mal el número. Aún así conseguimos viajar con un permiso que teníamos de un escribano, ¡pero no confíen en su buena suerte!

Otra buena práctica es llevar un cuaderno donde anoten todos los números de cosas y datos importantes. Por ejemplo, lleven anotado números de pasaportes, números de cobertura médica, teléfonos de embajadas, consulados, servicios médicos, etc.

Y ni se les ocurra salir del país sin un seguro médico porque los chicos tocan cualquier porquería del suelo o toman agua de otro lugar y ya se enferman. Mi recomendación, por haberlo usado y haber tenido un muy buen servicio es MasterAssist, de MasterCard (si tienen MasterCard Gold, es probable que ya lo tengan). Antes de salir asegúrense de tener anotado en un cuaderno los datos de su cobertura, el número de teléfono al cual llamar y cómo llamar por cobro revertido en el país al que visiten. Si viajan dentro del país, pueden recurrir a algún sanatorio de su cobertura médica u obra social, o a cualquier hospital público.

Con mi hijo, dentro de todo, puedo decir que tuve suerte con las enfermedades. Solo se enfermó una vez en Miramar, dos veces en Perú y una vez en Brasil, que tuvo que estar internado todo el día. Esto, para que se den una idea, es tener suerte!

Aprovechen en todo momento los pasos prioritarios para familias viajando con niños. Pregunten en todas las filas que tengan que hacer, por dónde pueden pasar con los niños ya que les tienen que dar prioridad. Aún si sus hijos todavía no están molestos, evitarse tener que hacer 10 minutos de cola los beneficiará después ya que evitarán que sus chicos se cansen innecesariamente. Lugares por los que pueden tener prioridad son las filas del check-in, la fila de control de aduana, la fila de migraciones y la fila de entrada al avión.

Ya dentro del avión es muy probable que a sus hijos les resulte muy simpático y entretenido jugar con la mesita rebatible del asiento o, mejor aún, patear el asiento de adelante para lograr cosas tales como que el viaje se haga más corto y placentero. Les recomiendo que traten de entretener a sus chicos de otra forma si quieren evitar que el pasajero de adelante los empiece a odiar por el resto del viaje.

Por último, tengan en cuenta que el mejor momento para viajar es el horario en el que normalmente sus hijos acostumbran dormir. Un viaje largo de más de 4 horas hay que hacerlo sí o sí de noche. Un viaje en micro se puede hacer a la mañana temprano o a la hora de la siesta o cuando sea que sus hijos están normalmente menos activos.

Y si viajan en auto, mi recomendación es que NO hagan el viaje de noche, por seguridad, pero que salgan con el primer rayo de sol y no viajen más de ocho horas por día porque sus hijos van a terminar destrozándoles el vehículo!

Tómenlo con calma

Si viajan con niños, olvídense de conocer los lugares típicos recomendados por las guías de turismo. Museos, galerías de arte, ruinas y edificios históricos no son lugares que a los niños les guste mucho. Podrán conocer algún lugar de estos, pero es muy probable que tengan que hacerlo al ritmo de los chicos. Por ejemplo, si van a un museo, olvídense de detenerse en cada pieza u obra de arte; lo tendrán que recorrer sin detenerse y cuidando que sus hijos no terminen destruyendo todo lo que ven a su paso.

A los chicos les va a gustar todo lo que sean actividades al aire libre, como ir a un parque o una plaza. Recuerden, hay que hacer los paseos al ritmo de los niños y no al de los padres.

Es probable que les guste visitar cierto tipos de ruinas donde es cómodo para caminar, no hay mucho sol y no hace mucho calor. Por ejemplo, las ruinas mayas de las península de Yucatán (Chichén Itzá, Uxmal, etc.) son muy fáciles de visitar con niños, y lo hemos hecho. Pero jamás visitaría las pirámides de Egipto o las de Teotihuacán con crios porque están al puro rayo del sol y hay que caminar mucho.

Otro consejo importante es que se olviden de las visitas guiadas y los tours. Los chicos no lo soportan y a los 10 minutos ya estarán queriendose tirar por la ventana. Esos paseos son para jubilados. Ustedes tienen que hacer los paseos por su cuenta.

Si viajan a una ciudad grande, es mucho más fácil encontrar actividades para chicos. Averigüen en la oficina turística del lugar, ya que la oferta suele ser grande. Después de todo, en las ciudades viven muchos chicos y con algo hay que entretenerlo.

Otra actividad que pueden llegar querer hacer en una ciudad grande es caminar. Personalmente me encanta hacer largas caminadas para conocer las ciudades; estando en México, me recorrí caminando toda la zona Rosa, el Bosque de Chapultepec y todo el Paseo de la Reforma hasta la Alameda, en el mismo día. Pero hacer eso con niños es imposible. Como mucho, estimen que no van a poder caminar más de 10 cuadras sin tener que parar en alguna plaza a descansar o en algún local de comidas para tomar algún refrigerio.

Es un consejo un poco triste, pero importante, que durante las vacaciones les hagan más caso a los caprichos de sus hijos. Sus hijos se darán cuenta que están en una posición mejor para negociar y se aprovecharán de eso, que no les quepa duda. Ellos verán que ustedes quieren hacer ciertas cosas que a ellos no les agrada por lo que empezarán a pedir más cosas a cambio y, en la mayoría de los casos ustedes querrán acceder a sus demandas. Por eso, lleven dinero para comprarles una golosina en cada esquina, ir a cuanto McDonald’s se les ocurra o regalarles algo cada 200 metros.

Ir de Compras

Puede parecer una buena idea ir a un centro comercial pero, el menos en Buenos Aires, hace tiempo que decidimos con mi mujer limitar lo más posible las visitas a shoppings con mi hijo para evitar tener que llamarlo por los altorparlantes, pagar las cosas que rompe y las que quiere y tardar una hora en conseguir convencerlo para irnos.

Estando de viaje, ir de compras puede ser aún más tentador ir de compras, pero ¡estén preparados! Vayan en los horarios en que hay menos gente y traten de dividirse el tiempo con su pareja para que mientras uno compra o mira, el otro atienda a los chicos. Por suerte, en muchos shoppings hay juegos, aunque pueden ser un arma de doble filo ya que una vez dentro será dificil sacarlos de ahí.

Viajes internos

En las últimas vacaciones fuimos a Brasil y estuvimos en 5 destinos diferentes. En México estuvimos en 13 lugares distintos en 40 días. Dependiendo de los chicos, hay quienes lo soportan mejor que otros. Yo no puedo quejarme mucho porque no tuvimos muchos problemas por los chicos, pero por lo menos nosotros terminamos agotados.

Repito, en mi caso, los chicos no causaron por sí solos muchos problemas. Fuimos nosotros los que nos la buscamos planeando visitar tantos lugares. Y cada viaje interno exige una movilización y una organización que, estando con los chicos exige un esfuerzo un poco mayor que lo normal.

Por eso, no digo que no lo hagan, porque al final el recuerdo que queda es lindo, pero tómenlo con calma y calculen no quedarse menos de 3 noches en cada lugar (salvo que sea una parada de paso), para aprovechar bien y descansar.

Dónde hospedarse

Obviamente, casi todos los hoteles aceptan niños. Averigüen bien por las dudas, ya que algunos son solo para adultos, pero no creo que encuentren problemas con eso.

El problema puede ser si el hotel es muy pequeño o muy aburrido para los chicos. Busque habitaciones amplias, si pueden conseguir un departamento con habitaciones separadas, mucho mejor, sobre todo si viajan con un bebé.

Es indispensable que el hotel tenga algo divertido para los chicos como televisión o un parque o pileta. Sería ideal que tuviera un área común a la que los chicos pueden salir a jugar y que no haya una pileta cerca a la cual se puedan caer.

Vacaciones para descansar

Por último, no olviden que no hay nada mejor, luego de un divertido viaje con niños, que unas buenas vacaciones para descansar, yendo todos los días a trabajar y dejando a los chicos en la escuela.

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